domingo, 9 de noviembre de 2014

1995: el año del quiebre

Rodolfo Montes de Oca

En Grecia como en muchos otros países del mundo existe una familia real de políticos y de hombres influyentes que desde la primera magistratura dirigen los destinos de la nación. En el caso de Grecia esta familia se llama Papandreu y durante el siglo XX y XXI, en varias oportunidades detente el poder a través de la democracia.

Para 1993 parecía repetirse la historia cuando es electo por segunda vez para desempeñar el cargo de Primer Ministro de Grecia, el economista y patriarca del  PASOK, Andreas Papandreu. Durante su gestión “socialista” empieza el eventual quiebre de la representatividad bipartidista helénica, el punto álgido ocurre cuando se conoce su implicación en el escándalo de corrupción del Banco de Creta, aunado a las tensiones nacionalistas entre Chipre y Macedonia.

Esto genera una mayor efervescencia de la colectividad que se encontraba todavía resentida por el asesinato de  Michalis Kaltezas y por la absolución de su asesino. A estos hechos se le suma la detención en Atenas y Salónica de 4 anarquistas acusados de la expropiación de bancos, entre ellos se encontraban Kostas Kalameras y Spiros Dapergolas editor de la revista antiautoritaria “alpha”.

Estas detenciones generaron varias acciones de solidaridad como la ocupación de las oficinas de Amnistía Internacional y de la Asociación Griega de Abogados. En Salónica una movilización de 150 anarquistas fue brutalmente reprimida por la policía, deteniendo algunos solidarios lo que produjo la ocupación de la facultad de teología, mientras se improvisaba una radio pirata para masificar las informaciones referentes a la represión.

Del grupo de detenidos, 4 anarquistas son llevados a juicio bajo los cargos de insultar a la policía, los imputados son: Yannis Anagnostu, Sofia Kiritsi, Hatzliradis y Panos Sofos. Todos son condenados a penas leves de 2 años y medio de reclusión.

Frente a estas detenciones el 17 de noviembre de ese año, se produce una importante movilización para recordar el asalto militar a la Politécnica de Atenas, en esta oportunidad la policía reforzó sus funcionarios y se inició una serie de escaramuzas entre manifestantes y gendarmes.

En una jugada desesperada, cerca de 3.000 personas ocuparon el Politécnico durante la noche, pero finalmente la policía ingresó en el establecimiento y arrestó a 504 anarquistas que permanecían en el lugar. El edificio sufrió severos daños durante la ocupación. El periodismo y los medios de comunicación tuvieron una participación activa, incitando y exigiendo el ataque de las fuerzas policiales, el arresto y represión de los manifestantes.

Durante la ocupación se dieron excesos de toda índole, se detuvo a 38 menores de edad, uno de ellos de apenas 14 años fue brutalmente apaleado por 50 antimotines que se cebaron contra su frágil humanidad.  23 personas que habían sido llevados al hospital por problemas respiratorios producto del gas lacrimógeno u otras lesiones fueron trasladadas a la sede policial sin ayuda médica. Las mujeres eran desnudadas delante de policías varones. Varias casas fueron allanadas incluyendo el Archivo Histórico Anarquista, que fue confiscado por la policía. Entre los ocupantes se encontraban dos jóvenes anarquistas que luego harían historia: Nikos Mazziotis y Lambros Foundas.

Pero en lugar de retroceder frente a la ofensiva del gobierno y la prensa, el movimiento resultó fortalecido por los ataques, las palabras “anarquistas”, “anarquismo” y “anarco-comunistas” se masificaron en los medios.  Eso produjo que el 23 de ese mes se realizara una movilización de más de 1500 personas que demostraban sus simpatías con los rebeldes libertarios.

Después de varias acciones de solidaridad y manifestaciones alrededor  de 136 detenidos fueron puestos en libertad en espera de sus audiencias. Otro grupo de detenidos fueron encausados en cargos tales como: quema de banderas, daños a la propiedad pública, perturbar la vida socio-económica de la ciudad. Casi todos alcanzaron la libertad y se suspendieron los juicios, solo 4 anarquistas fueron juzgados en rebeldía a 3 años y 4 meses prisión.

Ese mismo año, por problemas de salud se separa de su cargo Andreas Papandreu, siendo sucedido por el líder de Nueva Democracia, Konstantino Karamalis para asumir la magistratura de forma temporal.

Para la generación moderna de anarquistas post-politécnica, 1995, representa un año de quiebre institucional y una popularización de las ideas dentro de la sociedad helénica, los sucesos ponen de relieve las ideas y abren el camino para los  futuros sucesos.

Tiempo después en el año 2002 surgió el “Movimiento Antiautoritario” (Antiexousiastiki Kinisi) dentro de las líneas generales del anarquismo y la acción directa, buscando generar una coordinación de grupos e individualidades en Atenas, Tesalónica y otras ciudades. Un año después, se crea la Federación de Anarquistas de Grecia Occidental en la ciudad de Agrinio, contando con grupos activos en Patras, Nafpactos, Astakos, Distomo, Arta e Ioannina.

Un año después en 2004, los anarquistas se opusieron a los Juegos Olímpicos de Atenas debido a que el evento favorecía la intensificación del control estatal y la represión, tratando incluso de interrumpir con acciones el curso de la llama olímpica.  Una característica llamativa de esos años fue la incorporación de otros idiomas (albano, ruso, georgiano o árabe) en los carteles y afiches anarquistas, mostrando su “solidaridad” con los obreros extranjeros que trabajan en Grecia.


Los libertarios como vaticinadores del desastre, desde esa época llamaban la atención de que con la escusa del  magno evento olímpico, la sociedad helénica se estaba endeudando y que tarde o temprano serian los de abajo los que pagarían los excesos de los de arriba.

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